La gente está tan cansada de falsas promesas
tendrían que abundar bocas con palabras ausentes, donde
la única opción es callar, por que los oídos que oyen
aquellas palabras, sus tímpanos, están destrozados,
poco a poco llegando a una desgracia…
una sordera, donde luego se lamentará.
Pobres huesos, con débiles músculos, que por el camino de la vida va…
Entre protestas, ruidos, batallas, el hombre se disfraza de valentía,
cuando en su corazón existe un sentir tan profundo que lo quiebra.
La paloma teme, abrir sus alas, la libertad y el amor huyen hacia el cielo,
la multitud agoniza, y el cemento parece darles aliento.
Hacia calles se dirigen, donde el debate es nulo e incoherente…
las manos explotan, y sus armas no son precisamente de juguete
y el mismo “juego” ya no es de desahogo
nunca lo fue, en verdad,
más bien es semejante a un duelo, del poder y su ira.
Sabe quien, cuando terminara esta cólera.
El pueblo enloquece, viendo como escurren, gotas de llantos
Entre un vacío, donde todo no es nada,
Y más allá del mismo vacío; se encuentra en el fondo:
La mentira.
Las calles de Buenos Aires, y sus protestas...
Democracia vendida, donde la tolerancia se fue primero, antes de escuchar más mentiras...
GMV
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