La sorpresa llega... y te das cuenta cuando los ojos de aquella persona se abren como ventanas,
entonces me pregunto... por qué no nos sorprendemos más?, para abrir más los ojos a lo cotidiano, y no perdernos de lo efímero que puede ser un vivir...
Dejaré que domine más el instinto. Probaré y luego entonces si diré; el hombre merece razonar... mientras tanto me pregunto; en que mundo vivimos, entre conscientes e incoscientes... y allí el subconsciente se pierde, cuando quizás en verdad podria ser mejor, sumergirse en el. Lo fundamental, está en aquello que ves, pero no observas, pasas-caminas-andas, pero no lo sientes, lo envuelves con pesamientos, y no te dejas empapar por aquel sentir, que el hombre muchas veces teme. Una vez más razona, para dejar atrás lo esencial de la vida...
GMV
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