La vida.
Sus diferentes ramas, llevan a variados caminos, y aún sigue con la misma raíz:
siendo más humano e imperfecto, menos animal, menos reino y casi vegetal.
Donde nada le puede hacer cambiar,
de su trágica historia.
Nada puede hacerle reflexionar,
de su insípido accionar.

¿Quién te crees, que eres, cuando dejas de ser más que un mortal?
No eres más que un par de huesos, con carne a descomponerse...
tan humano, y menos animal
menos animal, y más cerca de la hoja seca de un otoño sin fín.

Que mi memoria no me falle, que mi aliento no me deje
cuando admita,
que soy una simple mortal...

GMV

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