Desaparecen cuerpos, su carne y huesos, cuyas venas y arterias fueron mutiladas, por un hipotético liberalismo, cuyo espejismo tiene nombre de dictar y vengar.
Dime Reina de los pobres y hambrientos, que en tu cuello luces joyas y en tus manos tiras migas de pan de un lejano ayer… hasta cuando dejaras caer tanta miseria, acaso no ves? No oyes? No hueles? como es…
Qué clase de ser, es aquel que deja de ver, y se corona para ayudar, y no hace más que mutilar sueños e ilusiones, esperanzas y respiros…?
Y me pregunto… no me contesto, me contestan y me sigo preguntando.
No se si eres tú, o tu nombre, si es tu nombre que te dota de misericordia, pero aquella dureza de tus tacos te imposibilita recogerla… y es, que puesto, ya se te fue para la punta de los pies.
Clemencia, indulgencia, piedad, por la verdad.
Quisieras aún callar?
-Y según Edgar Allan Poe, como su cuervo le dijo...
-NUNCA MÁS-
GMV
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