LA LECHUZA.

EL NIÑO Y SU CURIOSIDAD
(DALE LAS HERRAMIENTAS AQUEL NIÑO INOCENTE; CAPAZ Y TENAZ... ENTONCES ASÍ VERAS COMO SU SABIDURÍA SE ASEMEJA UN POCO MÁS AL AVE, Y LA ESENCIA SE FOTALECE EN ESE ESPIRITU DE VEZ EN CUANDO MÁS QUE MENOS, OLVIDADO.) GMV



LA LECHUZA.

Pensé que la gente tenía los brazos rotos;
por ello suponía que no podían abrazar
y los días a pesar de todo parecen cortos
y por más que vuela aquella ave, nunca podrá alcanzar.

Y es cuando me confirmo a mi misma
que aquella rapaz no quiere alcanzar ningún lugar
va donde sabe que hay refugio,
donde hay más, para escuchar que hablar.

Entonces, es cuando por momentos me siento algo inútil
viendo a semejante ave volar, en un cielo, en un cielo…
y aquí en el suelo, gente con brazos rotos
no por intentar un vuelo, sino, por que no quiere ni logralo.

Los pies están enterrados, aferrados en un cemento artificial
y las manos, envenenadas de una moneda solitaria
y cuando caen, te delatan, que llevas más de 5 monedas, en tu saco
cuando en verdad sólo era necesaria una…
Sólo una…

Ya no supongo, ni menos pienso que piensan como los de tu clase,
creo que eso, buscan llamar la atención y envenenar
pero elegí, de nuevo ver el ave, callada y feroz
con su vuelo, que el viento la orienta y el sol le festeja.

Y... ¿quieres saber quién es?, es una lechuza,
quizás por momentos silenciosa,
te observa, te busca, y tú no sabes, de su existencia.
Los mayas dijeron lo que eran, y en personas su ser estaba,
la esencia de aquella ave, pero su libertad olvidada.

Y ahora me preguntas querida tierra, por que no me aferro a tu camino…
estaría muy equivocada si me aferro a esta existencia.
Por eso disfruto de ver las aves, como juegan en el cielo, y otros seres
que no saben si es martes o miércoles, y quizás mañana se acerque el jueves…
El día es uno, no importa el número, ni cual… si es mañana, tarde o noche,
el día es de todos modos, sin estación, pero una en particular; muy primaveral.

GMV